Tercer episodio de la temporada 5 y seguimos a buen ritmo. Crudeza, acción, mínimos diálogos (gracias), y una mercancía infectada…
Tercer episodio de la temporada 5 y seguimos a buen ritmo. Crudeza, acción, mínimos diálogos (gracias), y una mercancía infectada… ¡The Walking Dead sigue en buena racha!
Recuerda que: esta crítica no incluye comentarios o spoilers del cómic original.
Four Walls and a roof ha sido un capítulo que resolvió casi todas las incógnitas de la semana pasada desde la noche apacible y serena. Gareth (Andrew J. West) no pudo consumar su venganza y se quedó con las ganas de preparar un buen asado con sabor a Rick (Andrew Lincoln), Sasha (Sonequa Martin-Green), y Carol (Melissa McBride).
Iba a ser un festín, pero la audacia de Rick y sus amigos fue más que el intento desesperado de Gareth por saciar su sed de venganza. Por momentos, la compostura del grupo de sobrevivientes fue puesta a prueba cuando el sargento Abraham Ford (Michael Cudlitz) tuvo una acalorada discusión que acabó con un ultimátum de 12 horas.
La muerte no es el final
Bob (Lawrence Gilliard Jr.) fue el gran protagonista de este tercer episodio, y no solo por servir de cena a los caníbales de Terminus, sino porque confirmó nuestras sospechas cuando confesó que fue mordido por un caminante. Apenas le bastó enseñar el mordisco en su omoplato acompañado de una risa endemoniada para desestabilizar al grupo de caníbales. ¡La mercancía estaba infectada!
Lo que vino después fue la crónica de una muerte anunciada. Pero dejando de lado el toque dramático, me quedo con el gran desenlace de este enfrentamiento nocturno.
En menos de 12 horas Rick salió a la caza de los cazadores. Apenas fueron necesarias algunas palabras para ser testigos de una secuencia cruda, en la que una vez más se manifestó esta violencia visceral y animal que se hace una constante en esta temporada.
¿Fue una buena decisión acabar rápido con Gareth? Creo que sí. El perfil de Gareth no tenía la entidad suficiente para hacerse cargo de un rol antagonista. Lo único que veíamos era un muchacho hambriento, y el hambre puede privarte de astucia y visión.
Próximo objetivo: Washington
Resuelto el tema de los cazadores, ahora hay nuevos objetivos en la mira que representan un nuevo comienzo y un nuevo giro para la serie. Sí, todo lo que viene será nuevo, y en Washington se hayan todas las respuestas para la epidemia que arrasó con la humanidad.
El desenlace de este episodio no pudo ser mejor: Michonne (Danai Gurira), alertada por los ruidos en el bosque fue sorprendida por Daryl (Norman Reedus), quien parece traer algo entre ceja y ceja. Un final demasiado intrigante que deja buenas expectativas para la próxima semana. ¿Hace cuánto que no experimentábamos de esta ansiedad por saber lo que ocurrirá en el siguiente capítulo?
Aunque se aclararon muchas dudas, todavía nos quedan varias preguntas que deberán resolverse en los demás episodios: ¿Qué pasó con Daryl? ¿Dónde está Carol? ¿Encontraron a Beth? ¿Sabe bien la carne cocida de un infectado? OK, esto último es demasiado morboso…
Puntaje: 8/10- Un buen capítulo, sin rodeos, sin diálogos prolongados, directo al grano. La sangre no deja de correr en la temporada 5 de The Walking Dead.
PD: No me quedó claro el diálogo entre Rick y Tyreese mientras cavan el agujero para sepultar a los cadáveres. ¿A qué se refieren?